lunes, 30 de mayo de 2016

Batalla de Maratón y Salamina


LA BATALLA DE MARATÓN




Fue un enfrentamiento armado que definió el desenlace de la Primera Guerra Médica. Ocurrió en el año 490 a. C. y tuvo lugar en los campos y la playa de la ciudad de Maratón, situada a pocos kilómetros de Atenas, en la costa este de Ática. Enfrentó por un lado al rey persa Darío I, que deseaba invadir y conquistar Atenas por su participación en la revuelta jónica, y, por otro lado, a los atenienses y sus aliados (de Platea, entre otros). Una proeza recordada en esta batalla fue la de Filípides, que recorrió, diferente a lo que se cree, el camino de Atenas a Esparta para pedir ayuda al ejército espartano, pues la amenaza persa se cernía sobre el mundo griego. Esparta rehusó ayudar a los atenienses, alegando encontrarse en fechas de celebraciones religiosas.


Tras la revuelta de Jonia, Darío decidió castigar a la ciudad griega que había prestado ayuda a sus súbditos rebeldes. Después de tomar Naxos y Eretria, la expedición persa, con el consejo de Hipias, que esperaba recuperar el poder en Atenas, desembarcó en la playa de Maratón. Tras cinco días cara a cara, las falanges ateniense y platense aplastaron a lainfantería persa que huyó y se embarcó de nuevo con fuertes bajas. El ejército griego se retiró rápidamente a Atenas para impedir el desembarco de la otra parte del cuerpo expedicionario persa en Falero, uno de los puertos de la ciudad.



LA BATALLA DE SALAMINA 




Fue un combate naval que enfrentó a una alianza de ciudades-estado griegas con la flota del imperio persa en el 480 a. C.en el golfo Sarónico, donde la isla de Salamina deja dos estrechos canales que dan acceso a la bahía de Eleusis, cerca de Atenas. Este enfrentamiento fue el punto álgido de la Segunda Guerra Médica, el segundo intento persa por invadir Grecia que había comenzado en el 480 a. C.


Para frenar el avance persa, los griegos bloquearon el paso de la Termópilas con una pequeña fuerza mientras una armada aliada, formada esencialmente por atenienses, se enfrentaba a la flota persa en los cercanos estrechos de Artemisio. En la batalla de las Termópilas fue aniquilada la retaguardia de la fuerza griega, mientras que en la batalla de Artemisio los helenos sufrieron grandes pérdidas y se retiraron al tener noticia de la derrota en las Termópilas, lo que permitió a los persas conquistar Beocia y el Ática. Los aliados prepararon la defensa del istmo de Corinto al tiempo que su flota se replegaba hasta la cercana isla de Salamina.





Aunque muy inferiores en número, el ateniense Temístocles convenció a los aliados griegos para combatir de nuevo a la flota persa con la esperanza de que una victoria decisiva impidiera las operaciones navales de los medos contra el Peloponeso.